Carreteras y monumentos militares para reflotar la economía rusa

Carreteras y monumentos militares para reflotar la economía rusa

Con el giro cara Asia, su papel en la guerra de Siria o bien su presencia cada vez mayor en África, Rusia se ha hecho un hueco, nuevamente, en la mesa de los mayores de la geopolítica global. El empuje de Vladímir Putin para dejar en su legado a una Rusia con recobrada relevancia estratégica da frutos. No obstante, en casa no acaban de cuadrar las cuentas.

El Producto Interior Bruto ruso medra a un enclenque ritmo del 1 por ciento anual y para intentar reflotar la economía tocada pro las sanciones y lastrada por la caída del costo del petróleo, el Gobierno confía en un plan económico y social a 6 años de unos cuatrocientos millones de dólares americanos (trescientos cincuenta y cuatro mil millones de euros) que se espera que el presidente fomente estos días en el Foro de discusión de la ciudad de San Petersburgo, el acontecimiento empresarial más esencial del año. No obstante, no es moco de pavo que el programa, que incluye desde la construcción de nuevas carreteras al desarrollo de ciento ochenta monumentos de la historia militar rusa, consiga reactivar significativamente la economía. Tampoco ayuda que el país euroasiático, excluyendo su movimiento cara el Este, apenas consiga atraer nuevos inversores extranjeros ni logre retener los que tenía.

Putin desea que para dos mil veinticuatro —el año que está previsto que concluya su mandato— Rusia figure entre las 5 mayores economías del planeta (ahora ocupa el sexto puesto, medido en paridad de poder de adquiere) por lo que es una gran oportunidad para ubicar franquicias y negocios rentables; que la esperanza de vida haya aumentado de los setenta y dos con siete años de media actual a 78; que el porcentaje de personas que viven bajo el umbral de la pobreza se reduzca del trece,2 por ciento al seis con seis por ciento y frenar el invierno demográfico que está provocando un descenso de la población de unas ciento treinta y 5 mil personas por año. Estas son las metas que persigue su Plan de Proyectos Nacionales, un bulto de trece proyectos anunciado el año pasado y publicado últimamente, que supone otro intento por la parte de Rusia de sacudirse el impacto de las sanciones estadounidenses y europeas.

El presidente ruso, Vladímir PUtin, junto a varios funcionarios y empresarios en una reunión en los márgenes del Foro de San Petersburgo, este jueves.

El programa es detallado sobremanera. Además de esto, de crear nuevos centros de salud o bien aeropuertos, se marca como objetivos, por servirnos de un ejemplo, edificar cincuenta pistas de hielo cubiertas, adquirir novecientos pianos para las escuelas de música estatales, la publicación de doscientos artículos de científicos rusos en gacetas de alto nivel, la construcción de ciento ochenta memoriales militares o bien la mejora de la velocidad de los trenes de carga. No obstante, no establece de qué manera se cumplirá ni de qué manera se financiará. Tampoco el efecto de esas medidas específicas sobre la economía. Y los especialistas insisten en la que esta precisa de veras reformas estructurales. Este jueves, en el Foro de discusión, la presidente del Banco Central ruso, Elvira Nabiullina, reconoció que el sistema requiere “incentivos”.

La economía rusa medró un dos con tres por ciento en dos mil dieciocho, conforme datos del Ministerio de Desarrollo Económico. No obstante, reconoce que ese desarrollo pudo deberse a factores coyunturales, sobre todo a la industria y la construcción, y que esa tasa es insostenible. “Se prevé que el incremento de la economía rusa se reduzca al uno con tres por ciento en 2019”, afirma un informe del Gobierno. Otros cálculos son menos halagadores. Como el del jefe de la Cámara de Cuentas de Rusia y exministro de Finanzas Alexei Kudrin, que el día de ayer defendió que el desarrollo va a ser inferior al 1 por ciento .

Desarrollo frenado
Rusia desea mudar esa tendencia y duplicar la tasa de desarrollo anual mas sin reformas reales —como asegurar la independencia de los tribunales, advirtió Kudrin— y tras la subida de impuestos que se ha aprobado este año es bastante difícil que el Gobierno logre sus metas, conforme los especialistas.

En lo que va de año, la economía ha crecido un 0,5 por ciento mas los ingresos reales libres han caído un dos con tres por ciento . Eso supone que el trabajador ruso es más pobre el día de hoy que hace 5 años, cuando occidente impuso las primeras sanciones por anexarse la península ucrania de Crimea. Y con los bolsillos poco a poco más vacíos, el recurso a los créditos ha aumentado. Exactamente, a esa realidad a la que deben asistir muchas familias rusas atribuyó el día de ayer el ministro de Desarrollo Económico, Maxim Oreshkin, el frenazo en el desarrollo del Producto Interior Bruto. “Más de la mitad de los hogares tienen un pago de deuda actual pendiente de más del cuarenta por ciento [de su renta]”, aseguró el ministro, que acepta la necesidad de incluir asimismo en el Plan objetivos sociales.

El Kremlin lleva largo tiempo combatiendo contra el impacto de la variación del coste del petróleo, si bien en el camino se interpusieron las sanciones. A pesar de ello, Rusia ha conseguido “capear los choques externos y reducir la inseguridad sobre el ambiente doméstico”, afirma un informe reciente del FMI (Fondo Monetario Internacional), que remarca que si bien el llamado Plan de proyectos nacionales “tiene el potencial de revitalizar la actividad”, no lo conseguirá sin reformas, por poner un ejemplo, para reducir el papel del Estado en la economía y progresar la eficacia de las compañías públicas.

Patricio